Deuterocanónicos
relatos del Antiguo Testamento considerados canónicos por las Iglesias católica y ortodoxa / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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Los deuterocanónicos o libros deuterocanónicos (del griego, «pertenecientes al segundo canon») son textos y pasajes del Antiguo Testamento considerados por la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa y las Iglesias ortodoxas orientales como canónicos, que no están incluidos en la Biblia hebrea y son considerados por judíos y protestantes como apócrifos.
Estos textos y pasajes, muchos de los cuales fueron escritos originalmente en hebreo (aunque algunos en griego, arameo o una combinación de los tres), se originaron entre el 300 a. C. y el 100 d. C., antes de la separación de la Iglesia cristiana del judaísmo.[1][2][3]Aparecen en la Septuaginta —una Biblia griega datada entre los años 280 a. C. y 30 a. C.—, el texto utilizado por las comunidades judías e israelitas de todo el mundo antiguo más allá de Judea, y luego por la iglesia cristiana primitiva, de habla y cultura griegas.[4][5]Según algunos estudiosos, existe una correspondencia de pensamiento entre el Nuevo Testamento cristiano y estos libros,[6][7]y otros afirman que textos y pasajes de estos libros son parafraseados, referidos o se alude a ellos muchas veces en el Nuevo Testamento, dependiendo en gran medida de lo que cuente como referencia.[8]
El término «deuterocanónico» distingue a estos libros tanto de los libros protocanónicos (aquellos del canon hebreo) como de los apócrifos bíblicos (libros de origen judío que eran leídos a veces en iglesias cristianas como sagradas escritura, pero que no eran considerados canónicos).[9]
Si bien no hay consenso académico respecto a cuándo se fijó el canon de la biblia hebrea, algunos académicos sostienen que el canon hebreo se estableció mucho antes del siglo I d. C., incluso ya en el siglo IV a. C.,[10]o para la época de la dinastía asmonea (140-40 a. C.).[11] Aunque los deuterocanónicos no forman parte del canon judío, muchos son mencionados o interpretados en el Talmud, o recogidos como tradiciones en la Ley oral. Algunos, como Macabeos, contienen relatos que se consideran importantes dentro de la tradición judía.