Bestia de Gévaudan
nombre histórico atribuido a un críptido devorador de hombres / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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La bestia de Gévaudan (en francés: La Bête du Gévaudan; en occitano: La Bèstia de Gavaudan) es el nombre histórico atribuido a un críptido devorador de hombres, semejante a un lobo, perro o perro lobo, que asoló la región de Gévaudan, localizada en el actual departamento francés de Lozère, región de Occitania, en el sur de Francia, entre 1764 y 1767.[3] Los ataques, que cubrieron un área que abarca 90 × 80 km, se dice que habían sido cometidos por uno o varios animales que tenían cabeza grande con formidables dientes y largas colas, según testigos contemporáneos.
El número de víctimas difiere según las fuentes. En 1987, un estudio estimó que habían ocurrido 210 ataques, resultando en 113 muertes y 49 heridos, con 98 de las víctimas siendo parcialmente devoradas.[3] Sin embargo, otras fuentes afirman que las víctimas mortales fueron entre 60 y 100 adultos y niños, así como se contabilizaron más de 30 heridos.[3]
Las víctimas eran usualmente encontradas con sus gargantas destrozadas, algunas incluso decapitadas. La bestia de Gévaudan superó rápidamente a todas las noticias de la época, al punto de que el Reino de Francia utilizó una cantidad considerable de mano de obra y dinero para cazar al animal, convocando la movilización de tropas reales, nobles, soldados y cazarrecompensas. Las hipótesis sobre la naturaleza de la bestia fueron varias, desde la de un lobo con anormales dimensiones, un animal exótico, un hombre lobo y hasta incluso un asesino en serie. También se barajó la idea de una bestia infernal o la de una criatura encargada de ejecutar un castigo divino a los pobladores.
Menos de un centenar de ataques equivalentes se dieron a lo largo de la historia de Francia, donde todas las regiones fueron infestadas por cerca de 20.000 lobos. El problema fue oportuno para la prensa posterior a la Guerra de los Siete Años: el Courrier d'Avignon a nivel local, La Gazette de France a nivel nacional y luego los periódicos internacionales, vieron la oportunidad de aprovecharse de este hecho para hacer una serie de artículos dramáticos sobre el tema durante varios meses.[4]
De 1764 a 1767, dos animales (uno identificado como un lobo grande y el otro como un cánido parecido a un lobo) fueron abatidos. El primero fue abatido por François Antoine, porta-arcabuz del Rey de Francia, en septiembre de 1765, en el dominio de la Real Abadía de Chazes. A partir de esta fecha, los periódicos y la corte real consideraron el problema resuelto y se desinteresaron por Gévaudan y en las muertes atribuidas a la bestia y lamentadas anteriormente, pero que según los aldeanos siguieron sucediendo. El segundo animal fue abatido por Jean Chastel, vecino de La Besseyre-Saint-Mary, el 19 de junio de 1767. Según la tradición, el animal matado por Chastel habría sido la auténtica bestia de Gévaudan, debido a que después de esta fecha ninguna muerte ni ataque le fue atribuida.