Apóstoles en el Nuevo Testamento
discípulo de Cristo a quien este encomendó predicar / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
En la teología cristiana y en la eclesiología, los apóstoles, en particular los Apóstoles (también conocidos como los Doce Discípulos o simplemente los Doce), fueron los principales discípulos de Jesús según el Nuevo Testamento. Durante la vida y el ministerio de Jesús en el siglo I d. C., los apóstoles fueron sus seguidores más cercanos y se convirtieron en los principales maestros del mensaje del evangelio de Jesús.[1] También existe una tradición del Cristiano Oriental derivada del Evangelio de Lucas de que hubo hasta setenta apóstoles durante el tiempo del ministerio de Jesús.
El encargo de los Doce Apóstoles durante el ministerio de Jesús se describe en los Evangelios Sinópticos. Después de su resurrección, Jesús envió a once de ellos (ya que Judas Iscariote para entonces había muerto) por la Gran Comisión para difundir sus enseñanzas a todas las naciones. Este acontecimiento ha sido llamado la dispersión de los Apóstoles.
En las epístolas paulinas, Pablo, aunque no era uno de los doce originales, se describió a sí mismo como un apóstol,[2] diciendo que fue llamado por el propio Jesús resucitado durante su camino a Damasco evento. Más tarde se describe a sí mismo como "un apóstol de los gentiles".[3]
El período del cristianismo primitivo durante la vida de los apóstoles se denomina Edad Apostólica.[4] Durante el siglo I d. C., los apóstoles establecieron Iglesias por todos los territorios del Imperio Romano y, según la tradición, por Oriente Medio, África e India. De las tumbas de los apóstoles, todas menos dos son reclamadas por locales de la Iglesia católica, la mitad de ellas situadas en la Diócesis de Roma. Sin embargo. En los evangelios del Nuevo Testamento que la iglesia católica determinó como parte de la vida de Jesús, se excluyó a María de Magdala (María Magdalena). Siendo esta, parte fundamental en el apostolado de los seguidores de Jesús. María, jugó un papel tan importante como los demás durante la vida pública de Jesús, tan cercana a él, que incluso, evangelios gnósticos la señalan como pareja sentimental, e incluso, esposa de éste y madre de una hija, de nombre Sara. Hasta el momento, la iglesia católica se ha negado a aceptar este hecho.