Mauritania cuenta actualmente con los siguientes lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco:
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Parque Nacional del Banco de Arguin |
Bien natural inscrito en 1989. |
Localización: Dakhlet Nouadhibou |
Zona de protección: 1.200.000 ha. |
Situado a lo largo la costa del Atlántico, este parque abarca una vasta extensión de dunas, pantanos costeros, islotes y aguas litorales poco profundas. La aspereza del desierto y la riqueza biológica de la zona marina crean un paisaje terrestre y marino excepcionalmente contrastado. Este sitio sirve de lugar de invernada a una gran variedad de aves y es el hábitat de varias especies de tortugas marinas y delfines, que los pescadores utilizan para localizar los bancos de peces. (UNESCO/BPI) [1]
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Antiguos ksurs de Uadane, Chingueti, Tichit y Ualata |
Bien cultural inscrito en 1996. |
Localización: Adrar, Tagant y Hodh el Charqui |
Fundados en los siglos XI y XII para responder a las necesidades de las caravanas que atravesaban el Sahara, estos centros comerciales y religiosos se convirtieron en focos de propagación de la cultura islámica. Su tejido urbano, formado entre los siglos XII y XVI, se ha conservado admirablemente, con sus casas provistas de patios que se apiñan a lo largo de callejuelas estrechas en torno a una mezquita de minarete cuadrado. Todos ellos son ilustrativos del modo de vida tradicional de las poblaciones del Sahara Occidental, centrado en la cultura nómada. (UNESCO/BPI) [2]
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Localización del Patrimonio de la Humanidad en Mauritania Antiguos ksurs de Uadane, Chingueti, Tichit y Ualata |
La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Mauritania, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 14 de junio de 2001,[3] ha presentado los siguientes sitios:
Actualmente Mauritania tiene un elemento inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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La epopeya mora T’heydinn |
Bien inmaterial inscrito en 2011 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia. |
La epopeya T’heydinn comprende decenas de poemas que exaltan las gloriosas hazañas de los emires y sultanes moros. Pone de relieve los valores ancestrales subyacentes al modo de vida de la comunidad mora de Mauritania y es un exponente literario y artístico de la lengua hasaniya. Los griots la interpretan con el acompañamiento de timbales y de instrumentos de cuerda tradicionales, como el laúd y el arpa. Son ellos quienes preservan la memoria colectiva de la sociedad gracias a los poemas, transmitiendo sus conocimientos y competencias de padres a hijos. Los griots jóvenes aprenden primero a tocar los instrumentos musicales, antes de iniciarse a la tradición poética. La epopeya T’heydinn constituye de hecho un vínculo permanente entre los intérpretes y sus tribus; cada familia de griots tiene un repertorio particular que se distingue de los demás. La epopeya se recita con motivo de acontecimientos sociales como bodas, actos solemnes de reconciliación e invitaciones. Estos espectáculos representan una ocasión para celebrar reuniones tribales, regionales o familiares que estrechan los vínculos sociales y fomentan una cultura de paz social y ayuda mutua. Sin embargo, la interpretación de la epopeya T’heydinn está declinando. Los griots que la conocen a fondo son ya muy pocos y, además, son de edad provecta en su mayoría. Por otra parte, la demanda para la representación de la epopeya ha disminuido y los griots jóvenes tienden a interpretar una versión resumida o conocen tan sólo algunos de sus episodios. Todos estos factores ponen en peligro la viabilidad de la epopeya T’heydinn. (UNESCO/BPI)
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Véase también Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.