Historia de la Escuela Superior de Física y de Química Industriales de la ciudad de Paris
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La historia de la Escuela Superior de Física y de Química industriales de la ciudad de París (ESPCI ParisTech) comienza en 1882, cuando algunos representantes de la industria química francesa se inquietan por el retraso que lleva con respecto a Alemania, que se había beneficiado de la anexión de Mulhouse como consecuencia de la Guerra franco-prusiana. La EMPCI, que se convertiría en ESPCI unas décadas más tarde, fue creada en un contexto de debilidad general de la ciencia francesa, debido sobre todo a la pobreza de su sistema universitario. Para combatir la potencia germánica, y sobre todo la fuerza económica de su industria química, algunos sabios de origen alsaciano decidieron tomar como modelo el sistema de enseñanza superior y de investigación alemán, y sobre todo su capacidad de articular ciencia e industria, a la manera de los laboratorios de Justus von Liebig.
La historia de esta institución ilustra la fuerte complejidad de las esferas científicas e industriales de finales del siglo XIX y principios del XX, siguiendo con la incorporación, durante el siglo XX, del modelo de la «ciencia pura», liberada de todo imperativo económico. La historia de la escuela se desglosa así en dos grandes periodos: el primero contempla esencialmente la institución enfocada hacia los imperativos económicos e industriales. El segundo le ve acercarse a la investigación fundamental. Sin embargo, la escuela conservó siempre, y conserva todavía hoy, una verdadera tradición de anclaje en la industria. Para Pierre-Gilles de Gennes como para su sucesor, se trata de asociar la investigación más fundamental a las aplicaciones más directamente útiles.
Por otra parte, la ESPCI ha acogido las investigaciones de algunas grandes figuras de la ciencia francesa, incluyendo varios premios Nobel: Pierre y Marie Curie, Pierre-Gilles de Gennes y Georges Charpak. La historia de esta institución permite sobre todo comprender mejor el contexto de los descubrimientos que se han hecho allí, y el espíritu con el que han sido hechos. Así, este contexto ha sido sobre todo el del descubrimiento del radio por los Curie. La historia de la ESPCI permite así matizar la idea de una oposición demasiado rígida entre ciencia e industria.[1]