Ortografía del español
conjunto de normas de escritura, estandarizadas por la RAE, que aplica la lengua española / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Estimado Wikiwand AI, Seamos breves simplemente respondiendo estas preguntas clave:
¿Puede enumerar los principales datos y estadísticas sobre Alfabeto español?
Resumir este artículo para un niño de 10 años
La ortografía española, el conjunto de normas que rigen la forma escrita de la lengua española, está supervisada por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), siendo la Real Academia Española (RAE) su miembro más destacado. El objetivo de estas instituciones es promover la unidad, la integridad y el desarrollo de la lengua. La lengua española emplea una variante ampliada del alfabeto latino, que consta de 27 letras,[lower-alpha 1] incluida la «ñ» única. Además, se utilizan cinco dígrafos (ch, ll, rr, gu y qu) para representar otros fonemas, considerándose los dos últimos variantes posicionales de los fonemas /g/ y /k/.[5]
Los dígrafos «ch» y «ll» se trataban como letras separadas del abecedario español en la Ortografía de la lengua española de 1754.[6] Posteriormente, en la cuarta edición del Diccionario de la lengua española de 1803, se ordenaron separadas de la «c» y la «l».[7] Sin embargo, en 1994 se decidió reordenar estos dígrafos según el alfabeto latino universal, sin dejar de considerarlos parte del alfabeto.[3] En la Ortografía de la lengua española de 2010, tanto la ch como la ll dejaron de considerarse letras individuales, y el alfabeto español ya no las incluye más.[6] Esto no supone, de ninguna manera, que desaparezcan de la escritura: simplemente, dejan de contarse entre las letras del abecedario.[4]
La ortografía española también incluye el uso de acentos agudos o tildes (´) en las vocales (a, e, i, o, u) —ocasionalmente la «y» cuando representa el fonema vocálico /i/— para indicar la sílaba acentuada en situaciones excepcionales.[anot. 1] La vocal «u» también puede aceptar la diéresis o crema (¨) para indicar su sonoridad en las sílabas «güe» y «güi».
El desarrollo de la ortografía española, iniciado en época alfonsina, se normalizó definitivamente bajo la dirección de la Real Academia Española con la publicación de la Ortografía de la lengua española de 1854. Este sistema, que ha sufrido pocas modificaciones desde entonces, es un híbrido de criterios fonológicos y etimológicos. Mientras que la ortografía de las palabras españolas permite predecir su pronunciación estándar, lo contrario no siempre es cierto debido a que hay fonemas con distintas representaciones gráficas.
A pesar de las numerosas propuestas, que se remontan al siglo XVII, de reformar la ortografía para lograr una correspondencia biunívoca, todas han sido rechazadas. La divergencia fonológica entre los distintos dialectos españoles hace imposible crear una ortografía puramente fonémica que refleje adecuadamente la variedad de la lengua. La mayoría de las propuestas actuales se centran en simplificar los símbolos homófonos, que se conservan por razones de tradición.